El envejecimiento es un proceso complejo que afecta a todos los seres vivos. A medida que envejecemos, nuestras células y órganos sufren una serie de cambios que los hacen más vulnerables a diversas enfermedades. Pero, ¿qué causa realmente estos cambios? Y, lo más importante, ¿hay algo que podamos hacer al respecto?
Los 12 signos del envejecimiento
La investigación científica ha identificado 12 procesos clave que, en conjunto, causan y explican el proceso de envejecimiento. Son los denominados "signos distintivos del envejecimiento":
- Inestabilidad genómica: acumulación de daños en el ADN que comprometen la integridad celular.
- Acortamiento de los telómeros: la reducción progresiva de las secuencias teloméricas en los cromosomas durante la división celular.
- Alteraciones epigenéticas: cambios en la regulación de la expresión génica sin alterar la secuencia del ADN.
- Pérdida de Proteostasis: Disfunción de los mecanismos que garantizan el correcto plegamiento y degradación de las proteínas.
- Macroautofagia desactivada: Disminución de la capacidad de las células para eliminar los componentes dañados.
- Desregulación de la detección de nutrientes: alteraciones en las vías que regulan el metabolismo en respuesta a la disponibilidad de nutrientes.
- Disfunción mitocondrial: Deterioro de la función mitocondrial, afectando a la producción de energía.
- Senescencia celular: acumulación de células senescentes que contribuyen a la inflamación crónica.
- Agotamiento de las células madre: Disminución de la capacidad regenerativa de los tejidos.
- Comunicación intercelular alterada: cambios en la forma en que las células se comunican entre sí.
- Inflamación crónica: respuesta inflamatoria persistente que puede contribuir a las enfermedades relacionadas con la edad.
- Disbiosis: alteraciones de la microbiota intestinal que afectan a la salud en general.

Cada uno de estos procesos contribuye significativamente al deterioro de nuestras células y órganos a medida que envejecemos y permite a los científicos dividir el envejecimiento en 12 procesos diferentes que pueden estudiarse y tratarse individualmente cuando se intenta encontrar una forma de ralentizar o mejorar los estragos del envejecimiento. Pero lo más interesante es que todos ellos están estrechamente relacionados con una reducción de la producción y la actividad de una familia de proteínas conocidas como sirtuinas, y restaurarlas puede tener efectos beneficiosos en los 12 rasgos distintivos.
El papel de las sirtuinas en el envejecimiento

Las sirtuinas son un grupo de siete enzimas (SIRT1 a SIRT7) que desempeñan un papel fundamental en la regulación de numerosos procesos celulares. Estas proteínas actúan como sensores y moduladores metabólicos que responden a los cambios en los niveles de nutrientes y al estrés dentro de la célula.
Cuando las células se encuentran en condiciones de escasez de nutrientes o estrés, las sirtuinas se activan y desencadenan una serie de respuestas que ayudan a la célula a adaptarse y sobrevivir. Esto incluye procesos como la reparación del ADN, la regulación de la expresión génica, el control del metabolismo y la inducción de la autofagia.
Sin embargo, a medida que envejecemos, los niveles y la actividad de las sirtuinas tienden a disminuir. Esto contribuye directamente a la aparición de los 12 signos del envejecimiento, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurodegenerativos.
Activar las sirtuinas para un envejecimiento saludable
Dado el papel fundamental de las deficiencias de sirtuinas en el proceso de envejecimientola ciencia ha centrado sus esfuerzos en descubrir métodos para activar estas proteínascon el objetivo de retrasar el envejecimiento y promover una mayor longevidad.
Una solución innovadora en este ámbito es Pterovitaque combina dos compuestos naturales: el pterostilbeno y el ácido picolínico. Pterostilbeno es reconocido como un potente activador de la SIRT1, una de las sirtuinas más investigadas por los efectos beneficiosos que el restablecimiento de sus niveles saludables aporta al envejecimiento saludable.
Numerosos estudios han demostrado que el pterostilbeno tiene efectos positivos sobre diversos signos del envejecimiento. Por ejemplo, se ha ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir el estrés oxidativo, disminuir la inflamación crónica y optimizar el metabolismoy todos estos beneficios son gracias a la activación de SIRT1 y la modulación de las vías de señalización relacionadas con la longevidad.
Sin embargo, uno de los principal reto del pterostilbeno es su baja biodisponibilidad por lo que es muy difícil alcanzar el necesario en la célula del cuerpo para obtener los beneficios antes mencionados con la suplementación oral. Aquí es donde Pterovita destaca, ya que su formulación mejora considerablemente la absorción del pterostilbeno en el organismoasegurando que llegue a las células en concentraciones suficientes para activar eficazmente la SIRT1.
Pero Pterovita® no sólo aumenta la biodisponibilidad del pterostilbeno; también potencia sus efectos a través de la sinergia con el ácido picolínico, que proporciona beneficios adicionales, como la neuroprotección.
Los compuestos como Pterovita®, que potencian la actividad de la sirtuina, ofrecen una estrategia prometedora para promover un envejecimiento saludable y retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Actuando sobre los procesos clave que impulsan el envejecimiento, podemos mantener nuestras células y órganos más jóvenes internamente, mejorando nuestra calidad de vida.
